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Abel García

Sevilla, 1996

Abel García desarrolla su práctica en el campo de la pintura, en la que indaga en la imagen surgida de la exploración plástica intuitiva. En su trabajo abraza las preocupaciones de la representación propias de la tradición pictórica, a la vez que comprende la superficie bidimensional del lienzo como un espacio autónomo en el que configurar una imagen hecha ante todo de pintura.

Superponiendo con insistencia capas sucesivas de pintura cuyos planos de color van fijando formas por sí mismas o por lo que queda de ellas, fruto de la acción de tapar, reintegrar o replantear una nueva estructura visual sobre lo que queda de otra. Generando una imagen vibrante y dinámica cuyo poso temporal resulta esencial para rastrear aquellos factores que fundamentan la imagen pictórica por sí misma.

Actualmente, Abel muestra interés en escenificar los movimientos corporales que se dan en los espacios de trabajo especializado, en tareas en las que se llevan a cabo acciones de precisión o fuerza inmersas en equipos y maquinaria pesada; para analizar transversalmente aspectos más amplios de la condición del trabajo manual, como la construcción identitaria y las relaciones de poder, el impacto medioambiental de la industria o la estética del movimiento obrero.

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